sábado, 3 de septiembre de 2016

Noche de vino, blues y vos

Tu mirada. Mi cielo. Si pudiera hacerte aparecer entre mi imaginación y el sentirte me enloquece hasta el grito sin poder gritar.
Suena un blues, bebo un vino, me abro la blusa, quiero que me acaricies, juegues con la lengua, vivas en mí; mientras yo, te huelo, perfume a hombre. Me derrite, delira, seduce. Me hace implorar. Estoy rendida al placer inequívoco del sexo.
Quiero estallar. Quiero que estalles. Quiero regalarte una noche, dentro de las mil y una noche. Una noche indeleble, hasta inmortal. Porque cuando de imaginar se trata, todo puede ser, durar, espaciarse hasta la eternidad.
Entrecruzados en un enredo carnal. Las pieles se erizan, la lujuria juega con nosotros. Me estremezco. Te siento entrar. El paraíso existe y tiene tu voz. Tus susurros me hacen temblar. Tu sexo dentro de mi sexo, me hace vibrar hasta tiritar de placer. Somos una amalgama acabada. Somos vos y yo.
Jadeos, apretones, un estrujón de culminación. Nos evaporamos, estallamos, detonamos, nos abrimos hasta el punto exacto, donde todo es erupción. Sublime. Un tono de muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario